martes, 23 de marzo de 2010

Alicia enfrenta al Jabberwock

Desde que Alice in Wonderland se estrenó, no he dejado de escuchar comentarios negativos del tipo de “está horrible”, “no me gustó”, “está aburrida”, “nada que ver con la original”, “Tim Burton me ha decepcionado”, “parece Narnia”, etc. Pero cada que pregunto si ya habían leído los libros (así es, leyeron bien: libros, en plural. Son dos, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró del otro lado) la mayoría me dice que no o que leyeron solamente el primero pero cuando eran niños.

Tanto comentario mal fundamentado me llevó al cine este viernes pasado a ver la película. Y a escribir este post sobre todo lo que tengo que decir al respecto de ella y de lo que dicen los demás sobre ella.

Primero empecemos por la euforia y expectación causada por la película en sí, porque creo que fue una de las causas principales de la decepción de muchos. Supongo que la clave para entender qué pasó es la excesiva publicidad en la que se daban muy pocos detalles sobre la película, todo era ver la imagen del Johnny Deep maquillado y diciéndole naughty a Alicia, o múltiples demostraciones de lo bien usados que estuvieron los efectos visuales y el maquillaje. Mucha imagen, poca historia.

Otra cosa que influyó en tener muy altas expectativas sobre la película fue una mezcla de dos cosas: 1. El hecho de que Tim Burton es un director de culto y que todas sus películas tienen las mismas características –hartamente conocidas y resumidas en adjetivos como: gótico, siniestro, oscuro, ojeroso, despeinado, pálido… uy, esperen, creo que lo estoy describiendo físicamente… bueno, ¿pero qué digo? ¡es lo mismo!–, y 2. Que los libros de Lewis Carroll son muy populares y reverenciados, pero hay que aclarar que son 10 veces más admirados por adultos que por niños, a los niños generalmente les provoca un poco de miedo. ¿Será porque el tipo era medio pedófilo? Sólo Dios sabe.

Estos dos elementos, junto con la poca información en la publicidad de la película, hicieron que hubiera muchísimas especulaciones, pero sobre todo: todos esperaban ver la mejor película de Tim Burton, y además esperaban también la historia de Alicia en el país de las maravillas de la versión animada de Disney.

Entonces tenemos ya el perfil completo del público promedio que me ha dicho que no le gustó la película. Vayamos ahora a revelar por qué no ya que ellos mismos no lo saben, aunque la respuesta es muy sencilla: porque no encontraron nada de lo que esperaba ver. Primero, no es la mejor película de Burton, o al menos no la más Burtoniana de todas, quizá porque los personajes no son suyos, es decir, no los creó él sino que adaptó lo mejor que pudo los personajes de Carroll-Tenniel (John Tenniel, el ilustrador) a sus actores de siempre –que sinceramente ya aburren, o no encajaron del todo bien, o ya no podemos verlos como otros personajes. O sea, ¡el sombrerero caminaba como Jack Sparrow!–, y que además de eso vio algo que no entendió en absoluto porque ni tiene ni la más remota idea de qué es el Jabberwocky.

Así es, queridos míos, resulta que Alice in Wonderland está basada en tres cosas:

Pero al mismo tiempo y precisamente por tanta mezcla, termina siendo ninguna de las tres. ¡Ah! Y súmenle el discursito de “aunque soy mujer puedo tener otra opción de modo de vida que no sea el matrimonio” Dios mío: ¿Por qué nadie le ha dicho a la gente de WaltDisney que la Liberación Femenina sucedió hace cincuenta años?

Bueno, a lo que voy.

El primer libro es más o menos lo que todos vimos en la versión animada de Disney, salvo dos que tres cosas que no incluyeron como el cuento con cola, la duquesa y su bebé-cerdo, el grifo y la falsa tortuga… y… creo que ya.

El segundo libro es otro sueño de Alicia, que igual no es precisamente una segunda parte, pero pues es la misma tierra fantástica con personajes igual de locos, conversaciones igual de absurdas, etc. etc., además aparece por ahí un mensajero llamado Hatta (se escucha como hatter en inglés británico). Y pues aquí lo importante es que la película de Burton tiene más cosas de este libro que del primero así que ahí les va una reseña relámpago.

A través del espejo... empieza con Alicia quedándose dormida en la sala de su casa, con unos gatitos y un juego de ajedrez frente a un espejo. Así que el sueño empieza con Alicia atravesando el espejo y encontrando un libro donde lee un poema llamado Jabberwocky del cual lo único que entiende es que alguien ha matado a alguien. Sale luego de la casa y se encuentra en un jardín con flores que hablan (ahora que me acuerdo esto lo ponen en la versión animada de Disney pero no incluyen los insectos como el mosquito en forma de caballo de madera o la libélula de postre), ahí ve por primera vez a la Reina Roja –del ajedrez– (recuerden que en el primer libro La Reina era la reina de corazones de una baraja o naipe) que le explica que está en una especie de campo-tablero de ajedrez, que si quiere jugar será un peón de la Reina Blanca y que si quiere ser una reina tendrá que llegar a la octava casilla. Así que Alicia va conociendo en el camino a la octava casilla a personajes como Tweedledum y Tweedledee (quienes le recitan el divertidísimo poema de La morsa y el Carpintero), el Rey Rojo, Humpty Dumpty (que le explica la primera parte del Jabberwocky), el Caballo Blanco (quien por cierto produce en Alicia los sentimientos de compasión, comprensión y protección que en la película de Burton expresa hacia el Sombrerero) , el Rey Blanco, el León y el Unicornio, la Reina Blanca, etc. hasta que se convierte ella misma en reina y las otras dos le hacen una fiesta tremendamente absurda que en su momento más demencial hace que Alicia explote y sacuda a la Reina Roja hasta convertirla en el gatito negro. Y se despierta del sueño.

Por último, el Jabberwocky. Un poema absurdo que tiene un montón de palabras inventadas por Carroll, la mayoría creadas a partir de varias palabras (como frabjous, que sería como la suma de fair, fabulous y joyous –bello, fabuloso y gozoso–), también incluye animales raros como cerdos verdes, tejones-sacacorchos y el mismísimo Jabberwock que es un monstruo volador que un valiente decapita con una espada vorpal (que significa mortal y muy filosa)… ¿les parece familiar? ¡Ajá! ¡¡¡Hemos llegado a la columna vertebral de la película de Burton!!!

Este es el poema completo:

'Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe;
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.

'Beware the Jabberwock, my son!
The jaws that bite, the claws that catch!
Beware the Jubjub bird, and shun
The frumious Bandersnatch!'

He took his vorpal sword in hand:
Long time the manxome foe he sought--
So rested he by the Tumtum tree,
And stood awhile in thought.

And as in uffish thought he stood,
The Jabberwock, with eyes of flame,
Came whiffling through the tulgey wood,
And burbled as it came!

One, two! One, two! And through and through
The vorpal blade went snicker-snack!
He left it dead, and with its head
He went galumphing back.

'And hast thou slain the Jabberwock?
Come to my arms, my beamish boy!
O frabjous day! Callooh! Callay!'
He chortled in his joy.

'Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe;
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.

Y esta una traducción al español bastante respetable tomando en cuenta lo difícil que debe ser traducir tanta palabra rara:

Era el bullir, los tersos lagartejosse
arrizomaban en la verdiloma,
los bogrios suspiraban a lo lejos
y hasta ululaba el tortuguín de goma.

“¡Hijo: del Baraúndo ten cuidado!
¡De su quijada y su feroz zarpazo!
¡Si ves al ave Jubjub hazte a un lado
y evita al frumibundo Tarascazo!”

Él empuñó su vorpalina espada
y buscó largamente a su enemigo,
se echó bajo un tamtam, pensando en nada
y estuvo un rato así, solo y consigo.

Y mientras cavilaba ufosamente,
¡el Baraúndo, con mirar de flama,
zumbó a través del bosque, de repente,
con borborigmos y un rugir que es fama!

¡Un, dos!, ¡un, dos!, ¡un, dos!, ¡atravesando
con su espadón el músculo y el hueso!
Cargó con su cabeza, y entonando
un son de triunfo comenzó el regreso.

“¿Pudiste asesinar al Baraúndo?
¡Ven a mis brazos, niño esplendoroso!
¡Oh día fragnífico, genial, rotundo!”
Desternillábase el señor de gozo.

Era el bullir, los tersos lagartejos
se arrizomaban en la verdiloma,
los bogrios suspiraban a lo lejos
y hasta ululaba el tortuguín de goma.

¿Qué tal? ¿Ahora sí ya van entendiendo un poco más todo lo que vieron en el cine verdad?

La cosa es que hay mucho que decir de este poema. Terry Gilliam hizo una película con ese título, hay bandas que lo cantan, o sea ¡hasta los muppets lo han representado! Pero creo que todo lo que deban saber al respecto les toca a ustedes investigar, yo ya hice mi parte y ya me cansé.

Lo único que quiero con todo este rollo que me acabo de aventar es que tengan argumentos chidos para decir por qué les gustó o por qué odiaron Alice in Wonderland y no vayan por el mundo tratando de defender sus ideas con respuestas como “pues no sé… me aburrí, está fea” que lo único que logran es hacerlos verse un poco lerdos. O que si les digo “el Jabberwock le quedó más aterrador/chido que el de Tenniel” sepan de qué demonios estoy hablando y no se me queden viendo con cara de what?!

A todo esto, mi opinión sobre la película: equis, ni la odio ni la amo. Burton nunca ha sido mi director favorito pero me entretiene, siempre supuse que batallaría mucho para hacer de Johnny Deep un buen Sombrerero. Y me fastidió un poco que a huevo le intentara dar un sentido a todo el genial y divertido nonsense que es lo más escencial del texto de Carroll.

jueves, 11 de marzo de 2010

Sobre una de mis reacciones naturales

Una de las cosas que más disfruto en esta vida es el trabajo que resulta de equipos formados por gente creativa. Y bueno, la gente creativa en sí es oro puro: los mejores acompañantes para cualquier actividad. ¿Por qué? Pues simplemente porque la creatividad denota inteligencia y está científicamente comprobado (por mí que soy científica social) que la diversión se multiplica a altos niveles cuando hay alguien que ante cualquier circunstancia dice el comentario preciso y perspicaz sobre la relación de esa determinada situación con algún otro elemento cultural o experiencia o qué sé yo. A lo que voy es que ser inteligente/creativo es la mejor característica que puede tener un ser humano.

Entonces, de vez en vez podemos encontrar un ejemplo del resultado de juntar a varias personas con un alto nivel de creatividad en la televisión, específicamente en los comerciales. Cuando eso pasa; es decir, cuando encuentro un comercial que realmente me atrapa, me divierte, me parece inteligente/creativo, etc. Asumo el deber de participar en la justa retribución que se merecen los realizadores de tan buen trabajo, o sea, me da por sentirme no tanto obligada, sino más bien contenta de comprar el producto que me venden esperando ayudar con mi compra a los buenos publicistas...

Así es como se puede entender por qué el único refresco que compro/tomo desde el año 2005 es Sprite. Y por qué desde hace rato quiero saber dónde puedo comprar queso Nolan:

sábado, 6 de marzo de 2010